domingo, 17 de julio de 2011


"Pasión Argentina"


"La pelota no se mancha..."
Diego Armando Maradona.



La primera vez que miré el video del "Tano Pasman" me resultó muy gracioso, como si se tratase del protagonista de una película del mejor grotesco italiano. En la segunda  observación presté atención a los detalles y busqué ir más al fondo del fenómeno. Y sí que los tiene.
Nos encotramos con un hombre desesperado que trasmite la sensación de que su cuerpo no iba a soportar tanta verborragia y furia. ¿Quién no pensó al verlo: "Se va morir de un infarto" ?. Confirmado el dicho cuando me enteré por los medios que sus hijos grabaron el video para después mostrárselo con el fin de que él mismo se diera cuenta que se convierte en un hombre peligrosamente ofuscado y por lo tanto que asumiera los riesgos. Una imagen que lo volviese moderado y pacífico.
Y sí mirás la escena es un hombre solo frente a una pantalla, aislado, con el eco de comentarios futbolísticos e insultos como sus únicos amantes. Hincha de un club de fútbol en estado terminal; ahí no hay hinchada ni fenómeno de masa. Es un  hincha y padre a punto de la caída, sostenido nada más que en su propio desborde.
Los hijos pretenden cuidarlo con la imagen del video (se invierte la lógica que los padres deben cuidar a los hijos).  Y como signo de nuestro tiempo la tecnología ("Miráte en el video"), de la mano de ciencia ("Tomáte la pastilla"), pretende amortiguar la desesperación cabal ante la caída.
Otro punto para prestar especial atención es cómo  lo trágico es heredado por el propio padre del protagonista. Aquella insignia "Por qué me hiciste hincha de river..." buscando como al gran responsable del drama: Su padre. No es consuelo sino todo lo contrario. Como si se tratase de un Jesucristo desbocado y sin alivio alguno. Todo un tormento.
En un momento, aparece su esposa para ofrecerle un calmante: nuevamente la ciencia como punto de límite que estabilice al volcán emocional del Tano. No hay palabras de terceros que lo alivien: por un lado, sólo el monólogo puteador y  por el otro, la arenga del relator del partido, unidos por el parpadeo de la pantalla. Una de las pocas intervenciones sensatas es cuando en unos segundos frena la locura y pregunta a sus hijos como si fuese un niño sin modales: ¿Qué mierda es esto: lo puedo romper..? y continúa con la furia verbal. Cabe destacar que la escena se desarrolla en un ambiente familiarmente controlado. Y si algo se conocen de los fanatismos es que siempre se cuela el odio más radical y se filtra un costado de discriminación. Cuando insulta pone especialmente el acento en los jugadores extranjeros, en fin nada nuevo para un hincha desquiciado.
Se viene el final de los siete minutos del video y vemos a un padre desmoronado, agobiado por el exceso de pasión y sufrimiento. Es la figura de un padre descendido a la impotencia ante la mirada y el silencio de amor de sus hijos. Desplomado en el sillón de la derrota, en su dolor, cabizbajo, herido de muerte por el fracaso de no tener otra oportunidad. Ya que cuando algo se derrumba se derrumba y habrá que bancar como sea los escombros de la ilusión. Y a su vez el rap de la indignación pierde la voz, el silencio encubre una desazón tan inmensa...
En la misma posición pero sin el torbellino de insultos y sin el drama a cuestas me encontré hace unas horas. Argentina nuevamente eliminada de un torneo; una brisa de tristeza me envolvió. Me fui a dormir y me dormí, con el gusto amargo de la derrota en el paladar. A la mañana siguiente me levanté con un sueño que no recuerdo en absoluto pero que me dejó impregnado en el cuerpo olor a gol, y pensé inmediatamente en "Dios" y en el fútbol, es decir, en aquel representante transitorio del 86, el que nos demostró que la alegría no sólo es brasilera. Gracias por un momento de perfecta épica, de amor platónico, por aquel estado de ánimo único.Te extraño Diego, fuiste único, volvé, aunque nunca va a ser igual, no importa. Y... como dice la canción: Dale alegría, alegría  a mi corazón...             








10 comentarios:

  1. Aveces me deleita ver cómo la pasión se apodera de los hinchas,los artistas,los jugadores, los militantes, las abuelas... Los apasionados por un particular objeto, objetos de esa pasión.
    Otras veces me enfurece lo que se le cognota en su ceguera..."crimen pasional", "pasión de multitudes"
    Muy bueno Fabi.

    ResponderEliminar
  2. Ups!!! el comentario q mandé lo hice sin ver el video del Tano, herror!!!!
    Es imperdible!

    Buenísimo .

    ResponderEliminar
  3. Así son las pasiones. Desde ya te agradezco. Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Buen post, diferente a los anterores. Felicitaciones!
    Damián

    ResponderEliminar
  5. Muy buen post.En el 86 era muy chico, pero recuerdo un estado de ánimo "único". Felicitaciones

    ResponderEliminar
  6. Fabián qué lindo lo que estás haciendo! Me resulta más que interesante tu comentario y me alivia muchísimo ya que cuando mi hijo me mostró el video como gracioso a mí me resultó muy agresivo y autodestructivo, no me gustaba para nada y tus comentarios me dan razones de lo "des-graciado" del video. muy bueno, Loli

    ResponderEliminar
  7. En primer lugar Gracias Loli y anónimos. La intención era darle una "vuelta de tuerca" al video. Debo reconocer que más allá de lo cómico algo me incomodó. La intención no es para nada juzgarlo sino hacer una lectura propia de la escena.
    Hasta la Próxima!

    ResponderEliminar
  8. ¿Qué me decís ahora que el tano hace propaganda?

    ResponderEliminar